viernes, 5 de septiembre de 2008

Cursilería Pura.

Dicen que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano y te sobran; y la verdad que no tengo argumentos para negarlo. Sin embargo sí estoy completamente seguro de que a mí particularmente (y no saben cuanto se lo agradezco a Dios), me faltan dedos en manos y pies para agregar a esos que siempre estarán allí para ayudarte, no con todo, pero sí con lo que puedan.

Puede que suene quizás hasta un poco crudo o hasta machiavélico, pero siempre tengo a alguien que me ayude en algo particular. Puede que no hablemos todos los días ni semanalmente, pero sé que al momento de una llamada, si ayudarme con un problema o con una solución está en las manos de esos amigos, ellos lo harán.

Me dio por esta cursilería hoy porque almorcé con mis amigos de mi antiguo trabajo, y bueno... que puedo decir, me hacen falta ¡Y QUE JODE! para hablar, para reirme, para que me aconsejen o simplemente para que me digan claramente cuando estoy haciendo las cosas bien y cuando las estoy haciendo mal.

No saben cuanto agradezco a Dios por tener siempre a esos amigos que están ahí para ayudarte mientras puedan, creo que es bueno dejar esas amistades no sólo porque te ayudan, sino porque siempre, siempre, te hacen saber que no estás solo. Evidentemente tengo a mi familia que quiero nojoda, con todo el corazón, alma, cerebro, estómago, vísceras, oído. Pero creo que nunca sobra gente en el mundo que esté allí para ti.

Es gracias a esos amigos que nunca he estado sin trabajo, por poner un ejemplo. El día que decidí declararme como agente libre, no faltaron correos, llamadas y recomendaciones, lo único que espero es habérmelas ganado. Espero que sea así, confío en que no sea pura suerte y si así es, igual, bienvenida sea esa bendita suerte.

En momentos en que me siento más sólo que banderita venezolana en el Everest, pude almorzar con parte IMPORTANTÍSIMA de esos amigos y bueno... melancolía y cursilería se unieron y aquí estoy, con los ojos awarapaos escribiendo en internet en medio de un lote de extraños a los que me cuesta adaptarme y mira que no soy de difícil adaptación, pero confío en que todo debe pasar.

Qué puedo decir, Love You Guys...

Realmente.