Chocochitas, Cocosetes y Mordisquitos. La propuesta atrevida que jamás olvidaré.
El miedo en las manos… El beso robado, la letra borrada, la alergia brotada, la furia de Poseidón, el baile del alemán, el Oscar soñando, la cena en Casabe, el baño en el río. Tanta ansia en Plaza Francia. La media de ron y la otra mitad que aún conservo. El amanecer en Caracas, el sueño en el metrobús, los besos de desayuno, besos en el cine, besos furtivos, besos de pueblo, besos surtidos: de cotufas, caramelo, chocolate, hamburguesas, menta, camarones, de risottos, de Baileys…
Besos “De sol a sol” en Figs, “Llamados de Emergencia” en camioneticas, “te regalo amores” aunque mis “manos hacen llagas en tu piel”, “Amor Urbano” en cualquier escalera y en muchas plazas, “Zoom” en el cine y en las hamacas, canciones que coleccionamos a diario y que no olvidamos.
Plasma, plaquetas y hemoglobina.
Patinaje sobre hielo, caballos arreados, sándwich de pernil, atardeceres sin cámaras, funiculares empañados.
Rosa en Choroní, Pedro José en Caracas. Nosotros en todos lados, tratando de averiguar, de una vez por todas, el color de los cerezos y conociendo si acaso, el de los tequechongos. “Te quieros” infinitos, burda y burdo.
Una loca enamorada pero no demente, un pseudo gago de 1,70m con miedo a tus tacones. Flores robadas, flores fotografiadas, flores en las orejas, flores de papel. Papeles escritos, escritos en celulares, celulares que no se hablan. Kisses escondidos, escondites encontrados.
Cuentos que no son Cuento, No eres tú, Gran Torino, Watchmen, La Duquesa, Slumdog Millionaire.
Definitivamente:
D. It is written.
